Las vías ferratas son mucho más que un deporte. Representan la posibilidad de darle otro enfoque a tu viaje, sobre todo si eres un amante empedernido de la naturaleza y sus impresionantes escenarios. Se recorren horizontal o verticalmente a través de anclajes, cadenas o puentes, asegurados siempre en una línea de vida. En esta ocasión te contamos cómo aprovechar las vías ferratas como otra forma de conocer nuevos lugares.
Vías ferratas: conoce lugares a los que normalmente no se tiene acceso

Las vías ferratas son una actividad con doble recompensa: por un lado nos permiten disfrutar la excitante sensación de vacío que proporcionan durante su progreso y por otro la mayoría de ellas nos regalan unas vistas maravillosas.
Por ello no es casualidad que las vías ferratas se estén convirtiendo en una de las rutinas al aire libre más demandadas en el turismo de aventura. La principal ventaja que ofrece esta modalidad es algo que ningún tipo de actividad física ofrece: el aire puro, el contacto directo con las rocas, los impresionantes paisajes y las emociones que se viven cuando logramos entrar en contacto con la naturaleza.
Encadenados a viajar
Las vías ferratas están presentes en varios países europeos como Francia, Andorra, Suiza, Noruega, Italia, Portugal, Alemania y por supuesto España. Por ello los auténticos ferrateros están dispuestos a recorrer cientos o incluso miles de kilómetros para realizar una vía nueva. Nos encontramos ante un deporte que no solo es sano sino que permite a sus aficionados la posibilidad de conocer países y culturas nuevas.
Muchas de estas vías se encuentran en poblaciones muy pequeñas. Poblaciones a las que probablemente jamás irías sino fuera porque allí hay una vía. Así que no es de extrañar que los comerciantes de estas poblaciones estén encantados con la apertura de nuevas vías.
Además, al practicar este deporte, podrás aumentar la fuerza, el equilibrio y el control sobre tu cuerpo. Aporta coordinación y equilibrio a nivel mental.
Durante la práctica de las vías ferratas se trabajan aspectos importantes de la vida cotidiana como la fuerza de voluntad, la superación personal, el valor, la confianza y la seguridad en nosotros mismos.
Es un deporte de riesgo, hay que ser responsable
No cometáis el error de pensar que las vías ferratas son accesibles para cualquiera. Hay distintos niveles de dificultad que van desde K1: iniciación, hasta K6: nivel experto.
Es primordial llevar el material necesario para realizarlas e ir acompañados de alguien experimentado.

Como en todos los deportes siempre hay riesgo de accidente, que nadie piense que es como dar un paseo.
Si os decidís a probar esta aventura, hacedlo con sensatez. Si no tenéis experiencia, contratar un guía es la mejor opción.
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